lunes, 24 de marzo de 2014

Sábado 22 de Marzo

Al no estar cerquita de mi amada costa, actualmente son pocos los momentos que tengo para escaparme al mar, pero entre la novia, la familia y amigos pude hacerme un hueco el sábado por la tarde y salir a quitarme un poco las ganas de agua, hacer un poquito de deporte y respirar el aire del mar que es mucho mejor que el que tenemos aquí en Madrid. 

El día pintaba mal, ya estando en casa las rachas de viento eran tremendamente fuertes, pero yo totalmente optimista decidí cargar el kayak al coche y acercarme a la orilla a ver como estaba y a ver si era posible pasar una buena jornada de pesca teniendo ante todo la seguridad en mente. 



Al llegar a la entrada de Alicante me encontré con un panorama mucho mejor de lo que esperaba, soplaba una ligera brisita de levante que,  como ya comprobaría más adelante, se fue agravando conforme me adentraba en la bahía. 

Llegué sobre las cuatro de la tarde y en solo cinco minutos ya estaba listo para entrar. El plan marcado...pasear los señuelos a curricán en busca de algún bonito rezagado que quisiera atacarles o cualquier otra especie.

Una vez dentro la situación empeoró bastante, empezaba a agitarse el agua y las olas se iban haciendo más y más molestas, pero bueno, sopla de levante, no hay nada de que preocuparse, me decía a mi mismo...sin saber lo que me esperaba luego para la salida... Recordé en ese instante palabras de compañeros experimentados que comentaban que con el agua agitada era mucho mejor para la pesca del bonito, cosa que me animó todavía más a seguir y seguir en su búsqueda. 

La actividad fue bastante baja, solamente tuve dos picadas en toda la tarde, una a spinning al lado de la boya del puerto de Alicante que resultó ser una afortunada jurela (digo afortunada porque, aunque era de buen porte, fue liberada) y otro segundo toque haciendo curricán que resultó ser un doblete de bonitos, ambos estando justo en el kilo. 

Consultando el Navionics y más o menos por las enfilaciones que pude tomar, me encontraba entorno a 1.7 millas de la costa, dispuesto a seguir con el curricán un rato más ya que todavía quedaba una hora de sol, pero para mi desgracia en un instante roló el viento de tal manera que empezó a soplar de tierra bastante fuerte. La salida se complicaba por momentos, fue uno de esos instantes en los que notas el viento hasta en la pala, y ves que te cuesta mucho avanzar. 

Al tomar varios puntos de referencia y enfilaciones puede comprobar que efectivamente avanzaba, sin prisa pero sin pausa, despacito y conservando las fuerzas ya que me resultó necesaria casi una hora para llegar a la meta. 

Al llegar, un panorama totalmente diferente, al estar al resguardo de la colina, allí el viento era muy suave y el agua estaba casi en calma. Me quede un ratito más, ya casi a oscuras, al lado de la salida de agua que hay, probando un poquito a spinning por si hubiera alguna loba acechando entre la espuma, pero nada, no hubo suerte esta vez.

Con todo ya montado en el coche lo único que quedaba era llegar a casa, enjuagarlo todo y dejarlo listo para la siguiente jornada que en particular espero con gran ilusión ya que será el segundo campeonato del club y el cual no me pienso perder por nada del mundo.

Y esto ha sido todo por hoy, os dejo la fotito de rigor.

Saludos





3 comentarios:

  1. que lastima que madrid no te deje espacio para nuestro gran hobi, pero espero que todas las salidas que hagas salgan con premio ya que te lo mereces, un saludo amigo raul.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Juanjo, cuando vuelva a estar por allí retomaré la pesca con más fuerza que nunca, nos vemos en la Vila, saludos maquina.

    ResponderEliminar
  3. Que hermosos bonitos, pero mucho cuidado con los ponientes y más si empieza hacerse de noche, que miedo!!.

    Un saludo

    ResponderEliminar